Hace
cuatro años
me dijeron que
estabas muerto,
pero
sigo sin creerlo
porque te
siento más vivo que nunca;
y
si no
¿por qué
seguimos siendo amigos?
¿por qué
conversamos?
¿por qué te
veo caminar por las calles?
¿por qué te
pido ayuda cuando me asaltan las penas?
no,
Salvador, tú no estás muerto
estás más vivo
que nunca.
¿Muertos?
aquéllos
que en “Torre de Babel”
empujan al
país hacia el infierno,
aquéllos que
tomados de la mano
asesinan,
excavan e incineran.
De cenizas
se levantan
los caídos como el “Ave Fénix”
son los que
dan la orden a los vivos:
“pueblo,
levántate y anda”;
y son miles
los que marchan
bajo el
tiovivo de zopilotes:
su danza
macabra.
Los del 68
los de Acteal
los niños de
ABC
los de
Ayotzinapa:
todos están
vivos
y ponen en
jaque al gobierno.
Tú, Salvador,
como ellos,
hermano de
raza e ideas,
surges de tus
cenizas
a unirte al
“canto sublime”
del ave con
“alas rojas y cuerpo dorado”
símbolo del
conocimiento
la
resurrección
la
inmortalidad
y la esperanza:
“Pájaros de
Fuego”
están más
vivos que nunca.
No hay comentarios:
Publicar un comentario